Si estás planeando una visita a Santillana del Mar, en Cantabria, no puedes dejar de pasar por la Repostería Hermanas Clarisas. Ubicada en la Av. de Dorat, 2, este encantador negocio se encuentra dentro del convento de las Hermanas Clarisas, un lugar lleno de historia y espiritualidad. ¿Te imaginas comprar deliciosos dulces hechos por monjas de clausura? Suena interesante, ¿verdad?
Un Lugar Pintoresco y Acogedor
El lugar es verdaderamente pintoresco. Rodeado de hortensias y con un jardín que invita a la paz y la reflexión, el convento es un edificio precioso que te transporta a otra época. La experiencia de comprar en esta tienda de repostería es única; atienden desde una ventanita y muestran sus productos en un amplio escaparate, lo que añade un toque de misterio y encanto.
Variedad y Calidad en Cada Bocado
Los productos que ofrecen son una verdadera delicia. Entre las opciones más destacadas se encuentran las bolitas de coco, las feas ricas y los mantecados. Cada uno de estos dulces está hecho a mano, lo que garantiza una calidad superior en comparación con los productos industriales. Sus precios son muy razonables, lo que hace que sea una parada obligatoria si estás en la zona.
Si te gustan las pastas, estás de suerte. Las pastas que venden son realmente buenísimas y bien presentadas en cajitas, perfectas para llevar como recuerdo o para compartir con amigos y familiares. Y no te olvides de probar el bizcocho y el hojaldre con almendras, ¡te dejarán sin palabras!
Atención al Cliente y Entrega el Mismo Día
Otro aspecto que destaca es la amabilidad y simpatía con la que atienden. A pesar de ser monjas de clausura, se esfuerzan por ofrecer un servicio excelente. Cuentan con la opción de entrega el mismo día, lo que es ideal si estás de visita y quieres llevarte un pedacito de Santillana del Mar contigo.
No es de extrañar que quienes han tenido la oportunidad de visitar la Repostería Hermanas Clarisas recomienden sin dudarlo pasar por el convento y comprar sus deliciosas pastas. Es una experiencia que no solo deleita el paladar, sino también el espíritu.
Así que, la próxima vez que estés en Cantabria, no olvides hacer una parada en este encantador lugar. ¡Te aseguramos que no te arrepentirás!