Si eres amante de los dulces y estás por la provincia de Burgos, no puedes dejar de visitar Pequeña Repostería. Ubicada en el encantador pueblo de Lerma, en la C. de Sta. Clara, 6, esta pastelería se ha convertido en un verdadero paraíso para los golosos.
Un lugar de obligada visita
Desde el momento que pones un pie en Pequeña Repostería, te das cuenta de que no es una pastelería cualquiera. Aquí, la elaboración de dulces es un arte que se practica con mimo y dedicación. Utilizando solo ingredientes de la mejor calidad y siguiendo recetas tradicionales, logran crear auténticas delicatessen que deleitan todos los paladares.
Repostería conventual con un toque especial
Una de las especialidades de Pequeña Repostería es su repostería conventual. Pero no pienses que te encontrarás con los típicos dulces de convento. Aquí les dan una vuelta de tuerca, convirtiéndolos en pequeñas obras de arte comestibles. Desde las tartaletas de mango y limón hasta las trufas al cava, cada bocado es una explosión de sabor.
¿Y qué decir de sus tartas de encargo? Puedes hacer tu pedido desde su página web y disfrutar de una tarta personalizada que hará las delicias de cualquier celebración. Cuentan con un servicio de entrega el mismo día, ideal para esos antojos de último minuto o sorpresas inesperadas.
Productos destacados y atención al cliente
Entre los productos más recomendados se encuentran la tarta al whisky y los roscones de Reyes. La tarta al whisky es simplemente deliciosa, mientras que los roscones, aunque algunos prefieren menos nata, tienen un hojaldre increíble y un relleno de frutas que es una auténtica delicia.
Las pastitas, bombones y mazapanes también son muy populares entre los clientes habituales, quienes no dudan en recomendar estos dulces como opciones perfectas para regalar en Navidad. Incluso, muchos empresarios optan por comprar cajas de Navidad para sus empleados, asegurándose de que todos disfruten de un toque dulce durante las fiestas.
Una experiencia celestial
Pero no solo los productos son dignos de elogio. Las monjas que atienden en Pequeña Repostería son verdaderos ángeles en la tierra. Siempre con una sonrisa, transmiten una paz y un amor que se refleja en cada uno de sus dulces. Es imposible no salir de allí con una sonrisa y el corazón lleno de alegría.
Su repostería artesanal, la calidad de sus ingredientes y la atención excepcional hacen de esta pastelería un lugar único. ¿A qué esperas para disfrutar de sus deliciosos dulces?