Situada en el corazón de Igualada, en la dirección Rambla Nova, 43, la Pastisseria Pla es un rincón encantador que transporta a sus visitantes directamente a una auténtica pastelería francesa. Este establecimiento se destaca no solo por su deliciosa repostería, sino también por ser uno de los lugares más antiguos y emblemáticos de la localidad.
Una Experiencia Dulce en Igualada
La Pastisseria Pla es conocida por sus exquisitas pastas y pasteles, elaborados con ingredientes de primera calidad y siguiendo recetas tradicionales que han pasado de generación en generación. Los visitantes no pueden dejar de probar el famoso Xuxo, que ha sido catalogado por muchos como uno de los mejores que han degustado. La crema es suave y deliciosa, mientras que la masa es simplemente perfecta.
Ambiente Acogedor y Clásico
El ambiente de la Pastisseria Pla es cálido y acogedor, ideal para disfrutar de un café con una buena pieza de repostería. La planta superior, decorada con madera, ofrece un ambiente clásico que invita a relajarse y disfrutar del momento. Aunque en ocasiones puede estar llena, la experiencia de saborear un croissant en este entorno es inigualable.
Servicios a Medida para Todos
La Pastisseria Pla ofrece una variedad de servicios que se adaptan a las necesidades de sus clientes. Además de la opción de comer allí, también cuentan con servicios de recogida en tienda, compra en tienda, para llevar y entrega a domicilio. Incluso es posible disfrutar de la entrega el mismo día, lo que la convierte en una opción conveniente para cualquier ocasión especial o antojo repentino.
Un Lugar con Historia y Tradición
La Pastisseria Pla no es solo un lugar para disfrutar de deliciosos dulces; también es parte de la historia de Igualada. Según la tradición, tocar el dedo de la figura situada en el exterior de la pastelería trae buena suerte. Esta pequeña tradición añade un toque especial a la visita, convirtiéndola en una experiencia memorable.
Sus croissants y buñuelos de cuaresma son simplemente irresistibles, y la calidad de sus productos habla por sí sola. A pesar de algunas críticas sobre el servicio, la calidad y el sabor de sus productos hacen que valga la pena la visita. ¿Por qué no darte un capricho y disfrutar de un pedacito de Francia en el corazón de Barcelona?