Pastelería San Lorenzo Pozuelo – Pozuelo de Alarcón

Empanadas muy buenas. Y la plancha de hojaldre, crema y nata, recomendable. También la tarta de chocolate y trufa, para un cumpleaños. Muy buena relación calidad /precio.

Exquisitas las tartas y la empanada. Sobre todo la de jamón y queso es ligera y sabrosa. Totalmente recomendado. Las chicas que atienden la tienda supermajas.

Está presente en las celebraciones con familia y amigos y en algún capricho. Personal amable y profesional que te informa y aconseja. Muy buena relación calidad precio. Si pruebas, repites seguro. Muchas tentaciones dulces y saladas. En el trabajo los croissants ya son «los pozuelitos».

Maravillosas empanadas, totalmente recomendables todas. A mi personalmente la especie de hornazo que tienen con chorizo me parece un espectáculo. Las dependientas súper agradables. Y el dulce de 10.

Buenos productos a precios muy buenos. Habíamos oído hablar de la pastelería y hace un tiempo compramos unos pasteles variados, que estaban buenos, pero la semana pasada compramos dos empanadas (carne y bonito) y una plancha de chocolate y naranja. Las empanadas están muy buenas y aguantan bien, porque desde el viernes, las terminamos el lunes y seguían estando buenas. La plancha está muy buena. Totalmente recomendable para eventos con mucha gente ya que son muy económicas, están ricas y quedan fenomenal!!

15-3-2023: ¡Caramba! Quería comprar una tarta en su establecimiento y recibo dos «lecciones» en menos de 24 horas. Deberían poner otro tipo de empresa, «Dulces consejos», por ejemplo. Dice que mi comentario «ha sido negativo y con falta de respeto». Negativa ha sido mi experiencia con ustedes, y falta de respeto la sufrí yo con su empleada al desahogarse conmigo por algo personal, querer aleccionarme y, peor aún, gritarme con rabia sin que yo, previamente la tratara mal en absoluto, al contrario. Su respuesta va a juego con los tiempos; se critica la reacción, no se analiza la causa y nunca se pide perdón por nada. Me gusta reírme de los que me quieren fastidiar el día. Seguro lo encontrará irrespetuoso. Adiós. ————— Buenas noches caballero, la empresa tiene la filosofia de respetar todas la opiniones aunque sean tan negativas como la suya , sobretodo porque el respeto hacia las personas esta por encima de todo, nos podemos equivocar o cometer errores, pero jamas valorar comentarios que no sean lo suficientemente respetuosos y creemos que el suyo con razón o si ella no lo ha sido .Gracias. —————— 14-3-2023: Permítanme, por favor. Este mediodía sobre las 14:00, andando por la zona, he reparado en esta pastelería y, para ver si mi mujer y yo nos podíamos endulzar «el amargor de los tiempos» y tras descubrir sus productos en el escaparate, entré a por una tarta de Santiago (mi mujer es de origen gallego). Dentro no había nadie, salvo una muy joven repostera, delgada y con gafas, amasando unas bolas de trufa en el obrador tras una cristalera o pecera y de cara a la tienda, aunque con la mirada baja centrada en su labor. Como no quería molestar y ella no alzó la vista al entrar yo, entendí que no quería ser molestada y decidí esperar a que terminara para que me atendiera. Mientras, miré más productos sobre los que quería preguntar. Pasado un tiempo, decidí intentar un contacto visual con amargo éxito: por fin me miró y salió decidida y, aunque sonriente, su carácter la delató; me reprochó que no hubiera saludado al entrar, porque si no, ella no sabe si alguien ha entrado, o sea, sabía que llevaba tiempo esperando. Me lo repitió con sutil sarcasmo varias veces. A mis casi 60 años, el ser humano no deja de sorprenderme, quizá en esta ocasión alentada por la actual ola de empoderamiento juvenil que «colorea» nuestras vidas con dudosos resultados. Lo tenía claro; para ella había entrado el enemigo. Cualquier cosa que yo hiciera iba a ser objeto de aleccionamiento por parte de esa envidiable joven recién llegada a la vida adulta, pero con más sabiduría que un maduro como yo. He de decir que abogo siempre por la buena educación, no por la mal interpretada. Respondí con diplomática ironía, «cuanto lamento mi falta de educación, pero no quería molestarla y esperé». Como la altiva joven proseguía con la sutil aunque directa reprimenda, decidí concluir este encuentro (¡yo sólo iba a por una tarta!), agradeciéndola el hecho de irme con una inolvidable lección, aunque no con el producto que deseaba, ante lo que la pastelera, enojada, reaccionó cual el descorche de una botella de champán, con gritos por haber «interpretado mal» sus palabras y que hiciera lo que quisiera. La tranquilicé y la advertí, antes de irme definitivamente y para siempre, que la soberbia y las ácidas «puntaditas» a los clientes eran contraproducentes para el éxito de un negocio y que no debía ser la propietaria (aunque no descarto que fuera algún familiar, de esos que van a las cenas a reventar la navidad). Siguió hablando a gritos… Les aconsejo a ustedes que si van a comprar algo a esta pastelería -no les digo que no lo hagan-, lleven consigo una pequeña campanilla para avisar a la muchacha antes de que Sheena, la princesa guerrera, salga de su interior con la espada embadurnada de frambuesa.

Como siempre…todo un acierto encargar cosas con vosotros. Encargué varias cosas saladas y una milhoja personalizada con la foto de mi niña para su bautizo….espectacular de rica.Mandas la foto a su e-mail y listo,de un día para otro. Rápidos y profesionales.

Todo buenísmo. Precios excelentes. Todas las tartas muy buenas, en particular la plancha de frutas. Las empanadas también. Conviene encargar el día anterior si quieres asegurarte llevar algún producto concreto. El personal muy amable.