La Pastelería Caprixo, situada en la Plaça de Bous, 3, en la encantadora localidad de Peñíscola, es un lugar que todo amante de la repostería y los desayunos debe visitar. Este establecimiento, identificado como de propietarias mujeres, no solo ofrece una gran variedad de pasteles y dulces, sino también opciones deliciosas para desayunar y almorzar.
Gran variedad de desayunos
Si estás buscando un sitio cerca del castillo para comenzar el día con un buen desayuno, la Pastelería Caprixo es la elección ideal. Con una oferta que incluye desde tostadas con aguacate, tomate, pavo o queso, hasta croissants a la plancha con mantequilla y mermelada, hay algo para todos los gustos. Y si eres de los que necesitan un gran café con leche por la mañana, aquí lo encontrarás en vasos de tamaño generoso.
Pasteles y dulces hechos en casa
Uno de los mayores atractivos de la Pastelería Caprixo es que todos sus productos son elaborados por la dueña. Desde el pan hasta las tartas y pasteles, todo es artesanal y se nota en el sabor. La variedad es amplia, así que siempre hay algo nuevo que probar. Los gofres y los churros son una delicia, aunque algunas opiniones sugieren que pueden mejorar.
Ambiente y atención al cliente
El ambiente en la Pastelería Caprixo es acogedor y tranquilo, perfecto para disfrutar de un desayuno o una merienda cerca del castillo sin las prisas del día a día. El trato por parte del personal es generalmente muy bueno y cercano, lo que hace que te sientas como en casa. No obstante, en ocasiones, el servicio puede ser un poco lento debido a la gran afluencia de clientes.
Precios y ofertas
En cuanto a los precios, es un lugar accesible para todos los bolsillos. Por menos de 10€, puedes disfrutar de un desayuno completo que incluye tostadas, croissants y café. Sin embargo, hay quienes consideran que algunos productos pueden ser un poco caros, especialmente si se comparan con otros establecimientos de la zona.
Aunque hay aspectos que podrían mejorar, como la calidad del café y algunos precios, la variedad y calidad de sus pasteles y el trato cercano del personal hacen que valga la pena una visita. Así que si estás en Peñíscola, no dudes en dejarte tentar por las delicias de este encantador rincón.